TRANQUILIDAD,,,,,,
No creáis que es tanta la tranquilidad que hay en el campo .Bueno ,la hay, porque si sales a la puerta de la casa, no ves a “la Maria”que va o viene por los “mandaos”o no te puedes parar con “la Pepa”o no tienes que darle los buenos días a esa vecina que te cae
gorrrda…muy gorrrda….si tenemos en cuenta todo eso, pues ¡si hay tranquilidad!
Pero estas noches pasadas que han sido de patio o terraza, no os podéis imaginar la “actividad”animal que se escuchaba.
Hay una pandilla de perros por los alrededores, que no veáis el “palique” que tienen entre ellos. Es cómo si el “mandamás”le contara a los otros su actividad durante el día, y los demás van dando su opinión de todo lo que aquél expone. Curioso. Debe de ser parecido al Congreso….
Al poco cuando ese debate se va terminando, sale un burro rebuznando, que el pobre habrá perdido el control del tiempo…o no ha debido de mirar el reloj, y cómo no hay muchos congéneres , a este sólo le contestan tres o cuatro. Se dan cuentan del desmán que han cometido al despertarse a esas horas ,se saludan…y a dormir otra vez.
Dos árboles más abajo (entre nosotros serian manzanas) están las tórtolas.,que un poco más suave ,también se dejan sentir.
¿Y los grillos??¡¡Que potencia señor!!¿Cómo es posible que esas dos alitas puedan formar semejante “estrebeji”?
Quiero deciros que esto no es una protesta por ese “jilindreo”que se puede escuchar: si no que simplemente, os estoy transmitiendo lo que pensaba al escuchar el ambiente de la noche campera.
Lo único que me saca de quicio es que la chicharra no se calle ni debajo del agua, no por el ruido en si, si no porque mientras está “repanchingada” cantando cómo una loca, eso quiere decir que hay sol gordo. También es cierto que ese animalito es de sol y yo soy de buena sombra.
En fin, para que veáis que lo de la tranquilidad es relativo.
Pero si esta actividad de dejar pasar el tiempo, sobre todo a esas horas ya, no la habéis practicado os aconsejo que la pongáis en marcha,; es una gozada .Y poniéndose un poquito poética, si puedes mirar al cielo , y ver lo que tenemos encima…..eso ya es…para dar las gracias.
Que disfrutéis de las vacaciones, que lo paséis biennnn y ¡¡ feliz verano!!
Conchi, que envidia me das; cuanto me gustaria pasar unos días en buena armonía en lugar como el que describes a pesar de los "incordiantes vecinos", los prefiero a los otros que también enumeras. Yo me conformaba con "poquita cosa"; una neverita, cervecita, un buen tintorro con casera y "algo" para acompañar, ésto sobre todo, porque la vida es muy dura en situaciones así. Por lo que respecta al confort tampoco soy muy exigente, una yacija y una hamaca que den el "avio" y estoy más "apañao que un tocaó". Es una idea que llevo entre manos hace tiempo, pero entre "pitos y flautas" se pasa el tiempo y no lo hacemos. Ahora, por ejemplo, estamos en un lugar con vistas al Tibidabo; hemos venido a echarle una mano a mi hija. Otras veces hay que ir a Rosal o Plasencia a cuidar a los bisabuelos, uno por cada parte. En fin, "faenas" que después de viejo se arriman; no me quejo porque eso le pasa a cualquiera.
ResponderEliminarCordial saludo
Conchi: Me ha encantado como describes un día de verano en este relato. Me ha recordado a mis veranos de juventud en Encinasola, cuando nos juntábamos unos cuantos amigos y nos íbamos a bañarnos al Sillo, cuando mas calor hacia y cuando mas furiosas estaban las chicharras, pero claro cuando uno es joven aguanta lo que le echen. Un saludo afectuoso.
ResponderEliminar¡¡Y que bien se pasaba cuando solo de vez en cuando nos dejaban ir a pasar el dia a la ribera. Hoy la cosa ha cambiado un poquito...
ResponderEliminarSaludos marochos para vosotros.