martes, 8 de febrero de 2011

                ¡¡La pobre!! los kilos que tuvo que soportar.                                                                          

Muchas veces (seguramente más de las que deberíamos)nos desplazamos en el coche aún estando en nuestros pueblos,en los que las distancias para necesitar coger esos "velocípedos" (salvo excepciones)no las hay.
 No hace muchos días, andando desde la plaza para la calle Sevilla me vinieron a la mente la cantidad de negocios que había,en mis "años mozos"  bajando por la calle Portugal, siguiendo por la calle Sevilla, y la calle  Manuel  Gómez, hasta llegar a la Plazoleta.
Los bares son los que tenían la voz cantante en cuanto a número se refiere.¿Será por algo?
Había varias carnicerías, varias tiendas de alimentación, (concretamente dentro de la que yo nací y me crié,)  recuerdo que por añadidura, había desde botones, hasta botas katiuscas, pasando por  sogas, iscales, con los que se hacían las redes en las que se "controlaban"las ovejas,lonas con las que se les hacía la indumentaria a los amigos de Platero,panas, que era el tejido con el que se hacían  la vestimenta de los hombres del campo, lienzo crudo con el que se hacían aquellos calzoncillos de "pierna larga" que los hombres ataban a sus piernas,  botas "Segarra,"  que eran las mas conocidas, o alpargatas; carburo, yeso, o cemento, puntillas, saetines,bisagras o tornillos,...  ¿será que vendí alguno de los que me corresponden?  sin olvidar picos, palas,  azadas,o azadones,con los que mas de un año  daba mi padre las doce de la noche, en mitad del pasillo, cuando veía que no aguantábamos mis hermanos y yo el día 31 de diciembre, la hora reglamentaria de tomarse las uvas. ¡¡Que inocentes!! Y nos acostábamos tan contentos!! 
¡Ah! que lo olvidaba!...
 Había un tramo de estantería en la trastienda, al que había que tenerle cierto respeto.  
 Recuerdo que había una pieza de tela negra, una de tela blanca, un abecedario de letras doradas, junto con otras láminas en las que venían los números impresos, también dorados, unas piezas de flecos dorados, y  ese material solo tenía "movimiento" cuando se asomaba un carpintero a la tienda y en un trozo de papel llevaba anotado unas iniciales,  unos números y enseñando el papelito, la expresión que alguno de ellos utilizaba era esta:
 "Vicente: dame los aperos necesarios para este pobre, que se comió anoche el último "bocao" de pan que le tenían "asignao." (Sin comentarios.)


                    
Recuerdo también unas cajitas de madera con la tapa de arriba decoradas y que en el interior tenían un espejo, que nos parecían una preciosidad,cuando teníamos la suerte de tener  alguna de ellas. También había perfumes, medias, encajes, cintas,o tiras bordadas. O sea que había la "parte basta"pero también la mas fina o agradable,junto a todos los ultramarinos que en esas  fechas circulaban "por mundo."  
A veces cuando me acuerdo me pregunto ¿como lo haríamos? ¿como en aquellas dimensiones había metido lo que habia allí? Sin olvidar el barniz,..el secante,..el aceite linaza,..que no es que sean cosas extraordinarias.Lo extraordinario es que todos estos productos se vendían ¡¡ a granel!! Me choca que hoy por hoy,cuando se necesita la mas mínima cosa,haya que buscarla fuera.
 Había   servicio de Correos, Farmacia, Cajas de Ahorro,puesto de pescado fresco (que por cierto, hoy en día vuelve a estar en el mismo sitio que hace algunos años)taller de
Fontanería,Herrería,Cine,Golosinas,Carpintería,Panaderías, Churreria,  Posada, Tienda de tejidos,Estanco, taller donde te hacían de una lata de leche condensada,la medida del "ocho"
con el que se media el aceite para los prestines,...donde se  podía arreglar un pinchazo  en aquellas bicicletas, casi anti-diluvianas que pesaban....( había que comer antes de poderlas mover;)...   o donde hacían una romana de precisión, de alto standing. 



Había leche fresca recién ordeñada,fruta recién cogida del árbol...El sector servicios estaba ¡muy bien  representado!
¡¡Cuantos éramos!! 
Creo que entonces no dormíamos tanto ¡al menos por las mañanas! porque si te descuidabas un pelín...los churros no los probabas, (por cierto ¿recordáis los churros de " la  Antonia y Laureano?  Como aquellos no han vuelto a hacerse.)... la leche no la alcanzabas, (porque entonces eso d los tetrabrik....todavía no veían la luz,por estos parajes)y el aforo de vaquitas en aquellos tiempos no era muy extenso que digamos,..(aparte de que cuando se le acudía a alguien con el  vaso  de leche...o se le hacía un caldito de gallina...malo...malo..)  o  aquellas peras muy chiquitinas, pero dulces
como un caramelo, que si te levantabas un pelín tarde ya no las probabas, o las endrinas de San Antonio, que parece ser que también han desaparecido.
En fin, eso éramos. ¿Volveremos a serlo?
La esperanza por lo menos no la perderemos.
¿Recordáis cuando asfaltaron la calle Sevilla hasta la Plazoleta,que se cogió la costumbre de pasear por las tardes,desde la Plaza hasta la Plazoleta?
¡¡Era una riada humana!! Aunque cuando se lo he contado a mis hijos les pueda parecer imposible.
Pero como diría alguien que yo conozco...¡¡Esto es, la pura realidad!!
(Esto iba a ser un simple recorrido, pero al "pasar" por  la calle"Manuel Gómez"....no he podido evitarlo y he "entrado"... he recordado...y doy gracias a Dios. Mientras lo escribía me ha parecido estar con quienes me enseñaron, y a quienes se hecha tanto de menos.

2 comentarios:

  1. De nuevo te felicito,en un relato corto acabas de reflejar todo el paso de una época, para algunos maravillosas para otros no tanto,pero de una pureza e inocencia irrepetible,sigues escribiendo,tu facilidad para explicarlas me asombran,he puesto tu blog agregado, a NOVEDADES EN LOS BLOG de Marochos,tonto de mi no había caído antes,tus escritos tienen que tener mas difusión.
    Saludos cordiales.

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  2. Conchi:por fin he podido leer tu blog que me parece precioso te animo a que sigas.

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