sábado, 26 de marzo de 2011

COMIDA PRINCIPESCA



¡¡¡Qué de tiempo hace...!!!
Una de las primeras recetillas que hice siendo "mu chica," fueron unas frituras dulces que se llamaban  Obispos. Le había perdido la pista a la receta, y mira por donde la he encontrado en un cuaderno. A quienes nos gustan las sartenes y los moldes,  creo que le debemos esta "intranquilidad" por esa parte de la casa a Rosalia y Purita Gómez. Gracias a las dos por todo lo que nos enseñaron en el taller de Sección Femenina, en el que tantas cosas aprendimos, entre ellas esta receta, que todas las de "aquella quinta"nos hemos preguntado unas a otras si recordábamos cómo se hacían.  
La receta es muy simple, pero yo siempre la he recordado con mucho cariño. Quizás por que nos sentíamos "mayores" con aquel progreso en los fogones. 
Como dicen los buenos libros de cocina....
Ingredientes y cantidades:
Un huevo, una  cucharada de leche, y otra de harina.  Aceite para freírlos  y  azúcar para espolvorearlos.
Se mezcla muy bien la yema  y la harina, a continuación  la leche, y cuando lo tengamos listo le agregamos la clara montada a punto de nieve fuerte.
Ponemos una sartén con aceite y vamos friendo la mezcla a cucharadas.Los sacamos bien doraditos  sobre papel de cocina, espolvoreamos un poco de azúcar por encima y...listos.

Ahora vamos con el almuerzo principesco.Aunque yo estoy casi segura que ni los príncipes ...   ni los reyes.
Empezaremos diciendo que todos los productos son de "porco preto,"pero mu preto....mu preto...Para los que esto de "preto" les suene extraño, (es cómo llaman nuestros vecinos de Portugal a los guarros "negros y de bellota".)                                                                   


                          En el horno  poniéndose a punto.


Puse en una especie de adobo,unas costillas con una cebolla picada,dos cucharadas de aceite,una de vinagre,una de miel,  la sal correspondiente, y tres  o cuatros dientes de  ajos "maltratados," las mezclé bien y las dejé reposar una noche. Luego las puse al horno hasta que estuvieron tiernas y doradas.


            Aceitunas rajadas marochas para el "picoteo"                                                                                             


Y para contrarestar lo que hay ahí más abajo....     
 "ensalá"de coles,  también del pueblo, con culantro  o verduras como decimos nosotros.
Freí unas patatas..., una ración generosa de chorizo casero, por comensal  (pasado por la sarten) y dos huevos  fritos de las gallinas pueblerinas de este, (a pesar de todo) santo lugar.
                                            

 Aunque  el plato no era precisamente chico..."la costilla"había que servirla...  
 "del medio" porque "algunos"se pasaron con las patatas.                                                             
Un buen pan para "mojiquear"...y como dice mi hijo...rico....rico....
 ¿Aprovechar que todavía hay buena materia prima y probar las costillas así.   ¡¡Están buenísimas!!
Tengo la suerte de no tener eso que llaman colesterol, así  que...de momento... nos podemos permitir esas cosas.
Y de postre... ¡¡los obispos!!
¿Es principesca.....o no????

3 comentarios:

  1. hasta el corte de las aceitunas está hecho con arte.

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  2. Que rico todo,a los mios les encanta eso de las patatas fritas con los huevos caseros, tenemos la suerte de tenerlos en casa, y la ensalada de col con verdura les encanta, ves los chorizos no pero si que estan apetitosos.
    te copiare los obispos y las costillas para probarlos,un beso.

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  3. Bueno, pues el corte de las aceitunas lo hizo alguien con mucha experiencia y mas paciencia de la que yo tengo...Lo cierto es que han salido con un aspecto que reflejan lo buenísimas que estaban.
    Gracias Fontenla y gracias Isabel por haberme dedicado un ratito de vuestro tiempo.
    Un cariñoso saludo.

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