jueves, 31 de marzo de 2011

SENDERISTAS DE MI PUEBLO

 
                                            
Hay que ver ¡afortunadamente! la devoción que le estamos cogiendo al senderismo.
Veintisiete de marzo, domingo, seis y media de la mañana, autobús en la puerta del Centro Social, mochila con los bocatas, botella de agua, alguna fruta, bastones para andar, y algún que otro paraguas.
Destino:  Cañamero, y de ahí hasta Guadalupe,..."pies para que os quiero."
Para los buenos senderistas como nosotros, la niebla, o el sol, las piedras, o las cuestas...
no son ..ná  de  ná.



 A mi no se porque se me venía a la mente continuamente nuestra  calle "Rompeculos"...


                    
Al rato de empezar a subir  y  subir, la niebla, se convirtió  en niebla con mala idea, y hubo que tirar de chubasqueros, algún capote, impermeables, "made in China",... que según quienes lo llevaban, iban haciendo al mismo tiempo una cura con efecto de sauna,... que van a estar "purificados"por lo menos, hasta el próximo sendero.
El día no hizo el tiempo que nosotros hubiéramos deseado pero nos reímos de corazón.Supongo que algún día más de vida tenemos ya asegurado,  si es que la risa es tan beneficiosa.
Cuando entramos en Guadalupe, las calles seguían tan empinadas como todos los kilómetros que habíamos dejado atrás. Íbamos un grupito de seis mujeres !las últimas! que lo mismo canturreábamos  la canción de Navidad que dice "ya no puedo más, ya no puedo más... 
o las sevillanas que dicen..."cansao...pero  contento"....y en mitad de el pedregal ese que ha quedado por ahí atrás,  hasta entonamos un  poco del Ave María que se canta en el rosario de la aurora.  
Cuando mas concentradas íbamos,sorteando las piedras sale una diciendo: ¡¡Pero quien me mandará a mi... Si  yo donde tenía que estar (era mas o menos la una del mediodia) es en el "Emigrante" tomándome una caña!!!
Llegando ya al monasterio, una de las que estábamos  en este grupo, iba por mitad de la calle,y sonaba un coche subiendo y le digo:
Fulanita... que suena un coche, para que se apartara a la acera, y su respuesta fue:
"Pos no seria mal momento pa morir, porque con lo malita que voy no me iba a enterá de ná."
Otra de ese grupito también,  (si es que fuimos un poco lentas,...pero nada más) ya en el bar donde le metimos mano a los bocatas, sentadas en un tramo de escaleras,  a la conclusión que llegó cuando llevaba un rato sentada,con la "rubia" en una mano  y el bocadillo en la otra, fue que "no sería capaz de despegarse del "lumbrá" de lo cansaíííta que estaba."
Como veis el  día trató de complicarnos la vida pero,...¿A un marocho senderista le iban a aguar el día?...Anda ya....


Y estas que veis aquí, son "mu maaaalas"... ¡me dejaron sin sitio!


                      Yo creo que eso era ya risa nerviosa.


 Ahora que me doy cuenta,...¡¡¡Pero si parece que son el cinco de picas.!!!! 
Después de visitar el monasterio, vuelta al autobús y para casa.  Y para no llegar  con carita decaída por el esfuerzo...un  prestín.


                    










                                                                  


















 Senderistas habrá muchos, pero  con tanto buen humor como este grupo... y degustando nuestro dulce mas internacional,...lo dudo.

1 comentario:

  1. Señora Doña Concha he de reconocer que me ha puesto los "dientes largos" al ver la foto de los prestines, que tantos años hace que no cato.
    Un saludo NINO

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